Recuperando el control de la información: Cómo los lectores de RSS pueden combatir las fake news y la distorsión algorítmica
Regresar a la lectura de fuentes sindicadas puede ser una solución para evitar sesgos, manipulaciones y el ruido de los trolls en las redes sociales
La información es abundante y está disponible en un instante. Esto no siempre es sinónimo de calidad ni verdad. En el pasado, la prensa escrita, la radio, la televisión y las agencias eran los principales difusores de noticias. Hoy la sociedad ha cambiado los medios tradicionales por el consumo rápido y constante de información a través de las redes sociales, donde la interacción y la inmediatez han pasado a primer plano, pero a costa de la reflexión y el análisis. También a costa del rigor y la fiabilidad. Las redes sociales han contribuido a la proliferación de las ‘fake news’.
Es en este escenario donde el uso de lectores de Really Simple Syndication (RSS) puede ser un bálsamo para aquellos que, víctimas de una cierta nostalgia, anhelan el retorno a una información de calidad y una lectura más pausada y consciente. Imaginemos, por ejemplo, un periodista que trabaja en una investigación sobre corrupción y necesita acceder a fuentes fiables y actualizadas regularmente. En lugar de perderse en la vorágine de las redes sociales, y caer en algunas discusiones estériles y ofensivas, este periodista puede utilizar un lector de RSS para seguir de cerca las fuentes que le interesan, asegurándose de recibir la información más relevante para su investigación. Esta práctica sirve también para un ciudadano cualquiera.
El RSS fue creado por Aaron Swartz (1986–2013), un activista de la libertad de información, y Dave Winer (1955), un pionero en el desarrollo de sitios web. Esta tecnología se desarrolló con el objetivo de simplificar la forma en que los usuarios accedían a las actualizaciones de contenido en línea. Actualmente, los RSS no solo se utilizan para la sindicación de noticias, sino también para la distribución de contenido de blogs, podcasts y otras plataformas de publicación. Pero es una herramienta más técnica que popular, ya que el declive de los blogs ha hecho que muchos usuarios hayan dejado de utilizarla.
Google decidió en 2013 eliminar Google Reader, su popular servicio de lectura de RSS. La razón oficial fue la disminución del uso de este servicio y la necesidad de centrarse en otros proyectos. Sin embargo, algunos analistas especularon que la decisión estaba relacionada con el aumento de las redes sociales y el interés de Google por dirigir a los usuarios hacia su propia red social, Google+. Solo duró 8 años (2011–2019). En el cielo estén Google Reader y Google+.
Hoy los algoritmos juegan un papel crucial en los consumos digitales de información. Según un informe de Pew Research Center, el 36% de los adultos en Estados Unidos obtienen noticias a través de algoritmos que seleccionan el contenido basándose en sus preferencias y comportamiento en línea. Esto puede conducir a la creación de cámaras de eco y a la polarización de las opiniones. Según un estudio del Reuters Institute for the Study of Journalism, el 38% de los adultos a nivel mundial utilizan las redes sociales como fuente principal de noticias. Además, un estudio realizado por la Universidad de Stanford encontró que los adolescentes tienen dificultades para discernir entre noticias reales y ‘fake news’ en las redes sociales. La intervención malintencionada sobre estos algoritmos puede suponer, además de la proliferación de ‘fake news’, una amenaza para la democracia.
Recuperar el control de las fuentes de información mediante el uso de lectores de RSS es una manera, probablemente ‘vintage’, de contrarrestar los efectos negativos de los algoritmos y las redes sociales en el consumo de información. En un mundo donde esta se difunde rápidamente y a menudo sin filtros, es necesario reflexionar sobre cómo la consumimos y las fuentes en las que depositamos nuestra atención y confianza. Este cambio no solo puede ayudar individualmente a combatir la desinformación y la polarización, sino también a fomentar un consumo más crítico y confiable de información.
¿Es posible que volver a usar las herramientas de sindicación de RSS pueda ser una manera de recuperar el control sobre las noticias que consumimos y, al mismo tiempo, de fomentar una mentalidad crítica y responsable frente a la información que recibimos diariamente dominada por los algoritmos de Twitter, Facebook, Instagram o Tik Tok? En un mundo donde la desinformación y la polarización están a la orden del día, explorar alternativas como esta supone un ejercicio individual estimulante. (Y un retorno a la época de los blogs.)
El agotamiento de la lectura de noticias a través de Twitter y otras redes sociales es un problema cada vez más común. La distorsión interesada de los algoritmos y la proliferación de ‘fake news’ pueden llevar a la desinformación y la propensión al odio y la confrontación. En este contexto, la lectura militante nostálgica de fuentes sindicadas a través de lectores de RSS, y organizadas por el propio usuario en carpetas con los temas de interés personal, puede ser una solución parcial e individual a esta problemática.
Herramientas útiles para la sindicación de noticias vía RSS
A continuación, examinamos cómo este cambio puede beneficiar la descontaminación y una reducción del ruido, y qué herramientas pueden ser útiles en este sentido. Varias herramientas pueden ser útiles para recuperar el control de la información y facilitar la lectura de fuentes sindicadas vía RSS:
- Feedly: una de las plataformas de lectura de RSS más populares y fáciles de usar, permite organizar y categorizar las fuentes según los intereses del usuario.
- Inoreader: otro lector de RSS potente y flexible que ofrece funciones avanzadas como reglas de filtrado y etiquetado para personalizar aún más la experiencia de lectura.
- The Old Reader: una opción sencilla y minimalista que ofrece una experiencia de lectura de RSS similar a la de Google Reader, una de las primeras herramientas de este tipo.
Herramientas como Feedly, Inoreader y The Old Reader permiten a los usuarios organizar y controlar las fuentes de noticias a las que se suscriben, ofreciendo una experiencia de lectura más fiable y tranquila. Este cambio puede ser un remedio parcial e individual a la pandemia de fake news y la propensión al odio y la confrontación que se respira en las redes sociales, pero también es necesario seguir trabajando en la promoción de la educación mediática y la responsabilidad de los creadores y difusores de información.
Consulta conversacional y RSS ‘versus’ algoritmo
Otra tendencia emergente que puede influir en la manera en que accedemos y consumimos información es el uso de la inteligencia artificial (IA) en las búsquedas en línea. En un artículo anterior escribía sobre cómo herramientas como Bing y ChatGPT están cambiando la forma en que buscamos información, poniendo presión en el dominio de Google en este ámbito. La consulta conversacional y el acceso a la información a través de la IA, en lugar de la tradicional indexación algorítmica, pueden ofrecer una alternativa más personalizada y eficaz.
La incorporación de la IA en las búsquedas de información puede ser un gran complemento al uso de lectores de RSS en la lucha contra las ‘fake news’ y la distorsión algorítmica. La consulta conversacional y la IA pueden ayudar a encontrar y seleccionar las mejores fuentes de información, mientras que los lectores de RSS permiten organizarla y consumirla de manera estructurada y personalizada.
¿Estas innovaciones pueden desafiar el dominio de Google y las redes sociales como fuentes de información? A corto plazo no lo parece, pero cada vez pueden surgir alternativas más personalizadas y menos susceptibles a la manipulación y la desinformación. Este enfoque híbrido puede proporcionar a los usuarios un mayor control sobre las fuentes y una experiencia de lectura más enriquecedora.
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